Hoy, 9 de Octubre, celebramos una vez más el día de la Comunitat Valenciana, y por ende la festividad de San Dionís, patrón de los enamorados valencianos, durante la cual los hombres regalan a las mujeres la tradicional mocadorá.
San Dionís (que fue mártir, apóstol de las Galias y primer obispo de París) tuvo culto en una antigua mezquita reconvertida en iglesia en el S. XVI, donde compartía advocación con el santo titular, San Miguel. Este templo, que estaba ubicado en la actual calle de San Miguel, fue incendiado durante la Guerra Civil y posteriormente demolido. Su portada renacentista se salvó del derribo, y haciendo cierto el dicho popular de “desvestir un santo para vestir a otro” acabó convirtiéndose en la fachada de la actual parroquia de San Pascual Baylón, situada en la calle del Doctor Moliner.
La estampa de esta portada es ciertamente curiosa, puesto que la hornacina central que anteriormente albergaba la figura de San Miguel, ahora la ocupa otra de San Pascual de mucho menor tamaño, con el consiguiente impacto visual que le hace asemejarse a un pequeño ninotet.
Tras la demolición del templo antiguo, a San Dionís se le dedicó (a medias con San Pancracio) una modesta parroquia en el barrio de Torrefiel, donde además la comunidad ecuatoriana de Valencia venera a una de sus dos patronas, la Virgen del Cisne.
El patrón de los enamorados cuenta además con capillas dedicadas a su culto en importantes centros religiosos de la ciudad como son la Catedral o la iglesia de San Nicolás.