Junto a la Avenida del Cid y frente a los antiguos cuarteles de Aviación, aprisionado entre bloques de pisos existe un lugar en el cual el tiempo parece haberse detenido. Se trata del Barrio de la Virgen de los Desamparados, más conocido como Barrio de la Aguja. Este reducto de calles con viviendas de dos plantas, conserva casi intacto el sabor y la fisonomía de la época en que fue construido (a principios de los años 30). Aun persisten 55 de las 65 viviendas originales, muchas de ellas con retablos cerámicos en sus fachadas. El nombre del barrio se debe a que sus viviendas de carácter social fueron construidas para el Sindicato de la Aguja, la primera organización sindical para mujeres que hubo en España, y que reunía principalmente a las costureras que trabajaban en las fábricas textiles.