Al final de la avenida de Burjasot, en el barrio de Benicalap, se alza un palacete rodeado de jardines. Aunque su estado es el de lamentable abandono todavía es posible intuir su antiguo esplendor. La mansión fue construida a finales del S. XIX por encargo de una familia de indianos (Así se les denominaba a los emigrantes españoles que volvían de América habiendo hecho fortuna) que siguiendo la tendencia de la incipiente burguesía local buscaban una zona de recreo cerca de la capital. Por esta razón la mansión sería conocida como Casino del Americano, pese a que su nombre original fue el de Quinta de Ntra. Sra. de las Mercedes.
El palacete estuvo habitado hasta bien entrado el S. XX, teniendo posteriormente otros usos, siendo el de local de copas (con el nombre de Saudi Park) el más recordado por los vecinos del barrio.
Muchos de sus elementos arquitectónicos, por desgracia, han sido expoliados. Sirva como ejemplo el de las esfinges de piedra que vigilaban la entrada principal del jardín y que, según decían, te seguían con la mirada cuando pasabas por delante de ellas.