Durante siglos, el Miguelete marcó el techo de la ciudad al tratarse de la construcción más alta de Valencia. Pero su hegemonía acabó en 1931, cuando se terminó de construir el primer edificio que superaría en altura a nuestro emblemático campanario.
El edificio en cuestión, proyectado por el arquitecto Almenar, es el que cierra la plaza del Ayuntamiento haciendo chaflán con San Vicente y María Cristina. Como anécdota cabe reseñar que en su origen fue conocido popularmente como “la Casa del Porquer”, debido a que su promotor de se dedicaba profesionalmente a la cría de cerdos.