El Salón de Racionistas se encuentra ubicado en la calle Blanquerias y forma parte del Colegio Gran Asociación, funcionando como pabellón deportivo del mismo. Fue diseñado en 1887 por el arquitecto Joaquín María Arnau, al que se deben obras tan conocidas como la del añorado Palacete de Ripalda. En origen, el salón era utilizado con fines benéficos y en él se repartían raciones de comida entre las gentes necesitadas, de ahí el significado su nombre.
La singularidad del espacio reside en su cubierta metálica a modo de bóveda tripartita sin pilares de apoyo intermedios. Todo un hito histórico, por tratarse de uno de los primeros ejemplos del uso del hierro laminado en la arquitectura valenciana. El introductor del hierro como material estructural en Valencia fue el arquitecto Sebastián Monleón y curiosamente el claustro del propio colegio Gran Asociación es obra suya.