¿Quién no se ha emocionado alguna vez escuchando La Maredeueta de Concha Piquer? Una trágica historia de amor y redención compuesta en los años 20 por Manuel Penella para una Conchita Piquer en los albores de su trayectoria artística, que captura magistralmente todo el fervor popular que el pueblo valenciano vuelca sobre su patrona, la Virgen de los Desamparados, festividad que hoy celebramos.
Concha Piquer, una de las grandes voces de la música española y valenciana universal, nos legó un compendio de coplas que han quedado enraizadas en la memoria de generaciones: Ojos verdes, Tatuaje, En tierra extraña, La Lirio, Romance de Valentía…. La tonadillera nació en la calle Ruaya, en el barrio de Sagunto, en una casa hoy convertida en museo. La casa fue construida sobre el año 1900 y responde a la tipología de vivienda unifamiliar de clase obrera, con planta baja y piso. En su interior contrasta la sencillez del mobiliario de una casa humilde similar a tantas otras de la época con el glamour y oropel de los objetos expuestos pertenecientes a la carrera profesional de la artista: indumentaria, joyas, fotografías, una recreación de su camerino y –como no- los famosos “baules de la Piquer”.
Una curiosidad: Concha Piquer también cantó una copla a ritmo de zambra con letra de Rafael de León y música del maestro Solano llamada 13 de Mayo…que casualmente es la fecha de hoy.