El pasado viernes se celebró, como es tradicional, la festividad de San Vicente Mártir, patrón de la capital. Entre todos los lugares que evocan al santo hay uno digno de figurar en el libro Guinness de los records: la calle que lleva su nombre, con sus casi 4 kilómetros de longitud, fue considerada durante mucho tiempo como la más larga de España.
Esta calle cuenta con la singularidad, además, de estar construida sobre el trazado de la Vía Augusta, la principal calzada romana que cruzaba Hispania de norte a sur. El tramo que recorrió San Vicente desde Zaragoza hasta Valencia para recibir martirio se ha convertido en una ruta de peregrinación jalonada por columnas de piedra que imitan a los antiguos miliarios romanos. Una de estas columnas podemos encontrarla en la entrada del Monasterio de la Roqueta.