El Museo Fallero se encuentra ubicado en la plaza de Monteolivete y en él se exhibe la colección de todos los “ninots indultats” desde 1934. El edificio que lo acoge fue en origen un convento dedicado a San Vicente de Paul. Se construyó a principios del S. XIX y estaba destinado a ser colegio de sacerdotes, pero el edificio quedo inacabado. Su periodo como convento fue breve ya que tras la Desamortización fue destinado a diversos usos, desde cuartel militar hasta prisión, que durante la posguerra vivió sus más oscuros momentos.
Adosado al edificio se encuentra la iglesia de de Nra. Sra. de Monteolivete, del S. XVIII, que da nombre al barrio.