Como todos los años las parroquias del distrito marítimo viven sus días más especiales durante la celebración de la Semana Santa. Aprovechando las procesiones vale la pena visitar las principales iglesias y descubrir algunas de sus leyendas y curiosidades históricas.
La de Santa María del Mar en el Grao, por ejemplo, tiene su origen en el S. XIV, aunque el templo actual fue construido en el S. XVII. En su interior alberga la talla de un Cristo crucificado, conocido cariñosamente como el Negret por su color oscuro. Cuenta una hermosa leyenda que en 1411 la talla llegó desde el mar flotando por el rio sobre una escalera de 33 peldaños. El rio Turia ejercía de frontera natural entre el Grao y Ruzafa (entonces municipios independientes). Como ambos poblados se disputaban la posesión del Cristo, las autoridades decidieron lanzar de nuevo la talla al mar para ver hacía donde se dirigía. Las aguas condujeron la talla hasta la orilla del Grao.
Y si las aguas protagonizan la leyenda, también lo hacen de un hecho histórico decisivo. Adosada a la fachada principal de la iglesia se encuentra una fuente con un niño sentado sobre una concha marina; Fue colocada en 1859 para dotar de agua potable a los vecinos del Grao, nueve años después de que la primera red de suministro se inaugurase en la capital.