El Monasterio de la Trinidad es otra de esas joyas prácticamente desconocidas de nuestra ciudad. Su condición de monasterio de clausura ha limitado su acceso (a excepción de la iglesia) durante sus más de 500 años de existencia hasta hoy que por fin puede ser visitado por el público. Situado en la esquina de las calles Trinidad y Alboraya, es el más antiguo recinto monacal de Valencia en conservar su uso original.
Sin duda uno sus elementos más destacados es el bello claustro gótico, aunque no hay que perderse otros como la curiosísima entrada a la cocina o el sarcófago de piedra que acoge los restos de la Reina María de Castilla, esposa de Alfonso el Magnánimo.