A raíz de la reciente redifusión de nuestro artículo dedicado a la antigua Judería de Valencia por parte de nuestros amigos de Valencia Bonita (detalle que agradecemos enormemente), aprovechamos la ocasión para ampliar la información sobre este lugar insólito y recóndito donde los haya.
A la propia singularidad de la calle Cristófol Soler –único vestigio del antiguo call judío- encerrada en un patio interior de propiedad privada, hay que añadir la de los elementos arquitectónicos que la flanquean.
Por el lado derecho, la calle es recorrida por un muro tapial que ejerce de cerramiento de los arcosolios del cementerio medieval de la vecina Iglesia de San Juan del Hospital, el único de sus características que sobrevive en Valencia.
En el lado izquierdo, se halla un oratorio de finales del S. XVIII (o principios del XIX) perteneciente al Palacio de Valeriola, edificio cuya fachada recae a la calle del Mar. El oratorio, en lamentable estado de conservación, se distingue por una cúpula tejada cuyo deterioro imposibilita distinguir las pinturas que se encontraban en su interior.