Seguramente habremos pasado más de una vez por debajo del arco de la Barchilla, en la calle del mismo nombre. Este arco renacentista es el que une la Catedral con el Palacio Arzobispal.
Si nos fijamos en el lateral derecho del arco según vamos en dirección a la plaza de L’Almoina, podremos encontrar una piedra de origen romano con una curiosa marca labrada en ella.
Dicha marca la utilizaban los carpinteros en la época medieval para verificar que las “barchillas” que construían se ajustaban a las medidas oficiales. De ahí el nombre del arco y de la calle.
La barchilla era una caja de madera que servía de unidad de medida para grano o áridos. La barchilla (al igual que otras unidades de medida de la época como el celemín, el cahiz o la arroba) fue cayendo en desuso tras instaurarse el sistema métrico decimal a finales del S. XIX.