La Casa Forestal de El Saler es un bonito edificio situado en el interior del bosque de la Devesa de El Saler, pero muy cerca de la playa. Perteneció a la Corona y se construyó en 1920 para albergar al cuerpo de Guardas Forestales encargado de vigilar el bosque. Destaca por su profusa decoración a base de retablos cerámicos y azulejos que representan escenas de la vida cotidiana de La Albufera.
De todos ellos, el más emblemático es panel que adorna el pavimento de la sala principal de la planta baja. Representa la leyenda de la serpiente Sancha y el pastor, inmortalizada por Blasco Ibáñez en su novela Cañas y Barro.
Cuenta la leyenda que un pastorcillo de La Albufera tenía como única amiga a una pequeña serpiente a la que alimentaba con leche de sus cabras. La serpiente, a la que llamaba Sancha, jugaba con el pastor enroscándose por su cuerpo. El pastor tuvo que partir a la guerra, dejando sola a Sancha. Cuando años más tarde regresó a casa, buscó a Sancha para descubrir que esta había crecido y había alcanzado un tamaño descomunal. Sancha reconoció a su amigo, y quiso enroscarse en su cuerpo como cuando era pequeña, pero con tal fuerza que le quebró todos los huesos provocándole la muerte.
Todas las gentes que habitaban el lago, conocían la leyenda y pronunciaban el nombre de la Sancha con terror, con lo que podríamos considerar que esta serpiente legendaria es el equivalente valenciano del monstruo del Lago Ness.