En la calle Corretgería, el restaurante Moma cuenta con un reservado a modo de cueva. Por su fisonomía y ubicación bien podría tratarse de una cisterna de la época romana que abastecía de agua a la ciudad. Durante la Edad Media también pudo haber servido de granero a la vecina Catedral. A la entrada a la cisterna se puede contemplar en el suelo una losa de piedra que da acceso a un pasadizo que transcurre bajo este local y los adyacentes.