En la calle Corona se encuentra el antiguo asilo del Marqués de Campo. Fue construido en 1883 por mediación de José Campo, importante político valenciano que lo destinó a la acogida de niños necesitados. El edificio se edificó en estilo neogótico con influencias germánicas.
De todo el conjunto destaca especialmente la capilla, que por su configuración se convierte en un curiosísimo “engaño” arquitectónico. Para empezar, cuando atravesamos el arco ojival de la fachada creyendo que accedemos a la capilla realmente lo estamos haciendo al vestíbulo del asilo. Y es al entrar en ella cuando apreciamos el peculiar efecto visual. Sobre una planta de reducidas dimensiones se levanta una nave de gran altura (14 metros) imitando una catedral gótica en miniatura con todos sus elementos característicos (crucero, girola, cimborrio). Y no solo eso, las columnas que la sustentan, aparentemente de piedra, en realidad son de hierro pintado.
Actualmente, el Asilo del Marqués de Campo (como otros edificios religiosos de la ciudad) forma parte de la Universidad Católica de Valencia.