Fue la primera fuente con agua potable que tuvo Valencia y también la primera construida totalmente en hierro. Se inauguró en 1850. La plaza en la que está ubicada se llamaba de Calatrava, pero el color negro (en realidad verde oscuro) del niño que corona la fuente hizo que popularmente se conociera como del Negrito, denominación que persiste en nuestros días.
Existe una réplica de esta fuente en la plaza Mayor de la población de Ayora.