Construida a mediados del S. XX con traza clásica, destacando especialmente su cúpula. Pero lo que la hace verdaderamente peculiar es su ubicación: Un patio interior de la calle Colón. Esta circunstancia la ha hecho invisible durante años al viandante hasta que recientemente, un derribo de la finca anexa ha permitido ver una parte de esta iglesia desde la calle.