Al final de la calle Mascota, una travesía de la calle San Vicente, se encuentra, oculta en un patio de manzana la antigua Imprenta Vila. Se trata de una especie de microciudad construida en 1908 que conserva además de la nave de la imprenta, sus propias calles y edificios de viviendas para trabajadores. Es tal su singularidad que ha servido de lugar de rodaje para diversas peliculas y seriies de televisión.