Muchos creerán que es un campanario, pero la reconocible torre de 32 metros de altura que preside una de las esquinas del Hospital General de Valencia solamente lo es en apariencia. Bajo ese aspecto eclesiástico se esconde en realidad un depósito de agua de 175.000 litros de capacidad, diseñado en vertical para favorecer la presión del agua y lograr el abastecimiento de todo el hospital.
Conocida como la Torre del Agua, se haya integrada en el conjunto hospitalario de la avenida del Cid, inaugurado en 1962 en sustitución del antiguo hospital del S. XV situado en la calle del mismo nombre, actual Biblioteca Pública. El nuevo edificio de líneas neoacademicistas es obra del arquitecto Luis Albert, inspirada en modelos europeos, pero acusando el lenguaje monumentalista de la época.
En la actualidad, la torre-depósito se utiliza como reserva en caso de falta de suministro de agua por fallo de la red general.