A principios del S. XX la familia Oltra abrió una tienda de confección a la entrada del Pasaje de Ripalda haciendo esquina con la calle de San Vicente. Queriéndole dar un toque de distinción a la decoración del local, encargó una artística escalera al pintor Manuel Benedito y al famoso arquitecto Antoni Gaudí le pidió que se encargase de diseñar los escaparates. Gaudí creó tres cúpulas de cristal de Bohemia y tres vidrieras con forma de cola de pavo real.
Décadas más tarde, el dueño encargó dos réplicas adicionales de las vidrieras cuando la tienda fue ampliada. Esta conservó tan distinguida decoración hasta que fue vendida por la familia propietaria a finales de los años 90. Las sucesivas reformas para adecuarla a los distintos negocios que la ocuparon posteriormente, culminaron con el total desmantelamiento de cúpulas y vidrieras.
De un tiempo a esta parte, han sido repuestas dos de aquellas vidrieras recayentes al interior del pasaje, pero ignoramos si se tratan de las originales o de las réplicas de las mismas.