Hasta hace un poco tiempo era un espacio casi desconocido, pero hoy en día ya se pueden visitar los sótanos de la Lonja. Se trata de una serie de estancias abovedadas y sostenidas por columnas octogonales de piedra, que imprimen un magnífico sabor medieval. Se accede a ellos, por una puerta casi oculta baja el hueco de la escalera que sube al Salón del Consulat del Mar desde el patio ajardinado.
Como curiosidad, podemos decir que eran utilizados por los vendedores del Mercado como almacén, introduciendo los utensilios de las paradas a través de una especie de portezuela situada en la fachada, junto a los escalones de la puerta principal.