2177 baldosas, para ser más exactos, son las que cubren el pavimento barroco de la Sala de la Fama, la estancia más emblemática del recién inaugurado Colegio del Arte Mayor de la Seda, un edificio originario del S. XV profundamente reformado durante el XVIII, que vuelve a abrir sus puertas tras 2 años de restauración.
Desde la escalera gótica a la capilla, son muchos los elementos a descubrir en su interior. Pero son sus pavimentos cerámicos los que más llamarán la atención del visitante: El de les pometes, el del mocadoret y, especialmente, el de la Fama.
Este espectacular pavimento fue creado en 1757 por el artista Vicente Navarro para decorar la sala de juntas, espacio principal del Colegio. Debe su nombre a su figura femenina central, alegoría a la fama mundial de la seda valenciana. Inspirándose en la idea de Bernini para la fuente de la Plaza Navona de Roma, Navarro rodeó la figura de la Fama con animales que representaban los cuatros continentes conocidos en la época: caballos para Europa, leones para África, elefantes para Asia y caimanes para América.