¿Quién no recuerda aquellas cajitas metálicas redondas de color rojo del ungüento Cañizares que durante décadas sirvió para curar granos y forúnculos varios? Este famoso remedio fue inventado por la familia Cañizares, estirpe de farmacéuticos de Valencia que fueron dueños de varias farmacias en nuestra ciudad. Aunque aquellas boticas del S. XIX ya no funcionan como tal, los negocios que ocupan hoy en día sí han sabido conservar su fisonomía y encanto originales. Una de ellas, situada en la calle Caballeros, está ocupada por el popular Café Sant Jaume. La otra, frente al Mercat Central, es actualmente una tienda especializada en productos gourmet de la Comunitat Valenciana.