El Palacio Real de Valencia fue uno de los edificios más emblemáticos que existieron en nuestra ciudad. Construido en el S. XI fue residencia de reyes hasta su derribo a principios del XIX. Se encontraba situado en lo que actualmente es la calle General Elio y dio nombre tanto al puente del Real como a los que fueron sus jardines que hoy conocemos también como Viveros.
En 1810, durante el asedio de las tropas de Napoleón el palacio fue arrasado, pero no por los franceses como pudiera pensarse, sino por los propios españoles que en una desafortunada estrategia militar decidieron destruir el edificio para que no cayese en manos enemigas.
Fue tal el montón de cascotes que se formó que cuatro años después el General Elio ordenó que se cubrieran de tierra y vegetación dando lugar a las “muntanyetes d’Elio” que todavía perviven integradas en los jardines del Real.
Hace unos años una excavación arqueológica en la base de los montículos dejó a la vista fragmentos de una de las fachadas del palacio.
Mucha gente recordará que a mediados de los 80 unas obras de canalización en General Elio dejaron a la vista una buena parte de los restos del palacio que tras diversas polémicas fueron cubiertos de nuevo por el asfalto.