Hola a todos! Ya hemos vuelto de vacaciones, y lo hacemos con la sana intención de seguir visitando con todos vosotros lugares insólitos de la ciudad de Valencia y sus alrededores.
Aunque hayamos vuelto de vacaciones, todavía queda algo de verano por delante. Así que aprovechando las inusualmente altas temperaturas de este mes de Septiembre todavía podemos darnos un baño en la playa y de paso descubrir que curiosidades se esconden bajo sus aguas.
En la Malvarrosa, por ejemplo, se encuentra el único arrecife subacuático artificial que existe en España. Se trata de tres estructuras de hormigón de aproximadamente 20 toneladas de peso cada una, situadas a 180 metros de la costa y a 4 metros de profundidad. Cada estructura tiene un diseño distinto, con forma de ánforas, aros olímpicos e incluso imitando la silueta de l’Oceanográfic.
El arrecife permite la práctica del submarinismo deportivo, además de regenerar el litoral favoreciendo el crecimiento de la flora y fauna marinas.
Nos vamos de vacaciones, pero volveremos de nuevo con vosotros en Septiembre. Os deseamos un feliz verano a todos y aprovechamos la ocasión para dar un pequeño consejo: Tanto si viajáis como si os quedáis en la ciudad no perdáis nunca la curiosidad por (re)descubrir ese lugar insólito que podáis encontrar al girar cualquier esquina.
Por estas fechas, hace ahora 78 años, estallaba en España la Guerra Civil. Cuando la República decidió trasladar el Gobierno a Valencia, la ciudad fue sistemáticamente bombardeada durante todo el conflicto bélico. Todavía hoy en día es posible observar las huellas de los impactos de los proyectiles aéreos en edificios como el Ayuntamiento o la Iglesia de San Andrés.
Al final de la avenida de Burjasot, en el barrio de Benicalap, se alza un palacete rodeado de jardines. Aunque su estado es el de lamentable abandono todavía es posible intuir su antiguo esplendor. La mansión fue construida a finales del S. XIX por encargo de una familia de indianos (Así se les denominaba a los emigrantes españoles que volvían de América habiendo hecho fortuna) que siguiendo la tendencia de la incipiente burguesía local buscaban una zona de recreo cerca de la capital. Por esta razón la mansión sería conocida como Casino del Americano, pese a que su nombre original fue el de Quinta de Ntra. Sra. de las Mercedes.
El palacete estuvo habitado hasta bien entrado el S. XX, teniendo posteriormente otros usos, siendo el de local de copas (con el nombre de Saudi Park) el más recordado por los vecinos del barrio.
Muchos de sus elementos arquitectónicos, por desgracia, han sido expoliados. Sirva como ejemplo el de las esfinges de piedra que vigilaban la entrada principal del jardín y que, según decían, te seguían con la mirada cuando pasabas por delante de ellas.
LA MURALLA ARABE DE VALENCIA: CENANDO JUNTO AL MAYOR TRAMO CONSERVADO DE MURALLA
Como ya hemos comentado en alguna ocasión, son varios los tramos de la muralla árabe del S. XII que se conservan en la ciudad. Algunos de ellos se encuentran integrados en establecimientos públicos. Es el caso del tramo de mayor tamaño que lo podemos encontrar en un entorno envidiable, dentro de Alma del Temple, un restaurante que ha sido elegido recientemente como uno de los 10 más bonitos del mundo.
La Cárcel Modelo de Valencia fue proyectada por el arquitecto Joaquín María Belda a finales del S. XIX y abrió sus puertas en 1903. Estuvo en funcionamiento hasta 1991, cuando los presos fueron trasladados al nuevo centro penitenciario de Picassent. Desde entonces el edificio estuvo abandonado hasta que recientemente fue rehabilitado para acoger el complejo administrativo “9 de Octubre” de la Generalitat Valenciana.
En la rehabilitación se perdieron elementos como el muro perimetral y se conservaron otros como las galerías de presos. Y aunque la mayoría fueron convertidas en oficinas, una de las celdas se conservó tal cual como recuerdo del uso original del edificio.
Hoy se celebra la “festa grossa” de nuestra ciudad, el día del Corpus. Durante la Procesión se van sucediendo personajes de origen bíblico con otros casi mitológicos. Pero hay uno que enseguida llama nuestra atención por su extraño y amenazador aspecto: La Tarasca.
Se trata de un monstruo con seis patas, cuerpo de tortuga, cola de escorpión y cabeza de león. Representa al dragón que según la leyenda fue vencido por Santa Marta cerca de la ciudad francesa de Tarascón (de ahí su nombre) y es presencia habitual en otras procesiones del Corpus españolas como la de Granada, Toledo o Zamora.
En Tarascón, su ciudad de origen, cuenta incluso con un monumento propio junto al castillo.
En su día comentábamos que el Aula Capitular del Convento de Santo Domingo es una de las grandes joyas arquitectónicas de nuestra ciudad. Pero el edificio cuenta además con otros espacios de gran relevancia artística.
Aprovechando que este fin de semana el Convento (actualmente Capitanía General) abre sus puertas al público en general vamos a detenernos en una de sus salas más espectaculares: La Capilla de los Reyes.
Construida en el S. XV en estilo tardogótico, debe su nombre a que fue diseñada para albergar las sepulturas del Rey Alfonso el Magnánimo y su esposa María de Castilla. Pero paradójicamente, ni ellos ni ningún miembro de la realeza llegaron a ser enterrados aquí. Pero sí importantes personajes históricos como el pintor Juan de Juanes o los Marqueses de Zenete (en un sepulcro de mármol blanco que constituye uno de los más bellos ejemplos de arte funerario en Valencia).
El elemento más llamativo de la capilla es posiblemente su imponente bóveda construida sin nervaturas ni columnas y sustentada directamente sobre los muros del recinto.
Como elemento curioso destaca una doble escalera de caracol que gira sobre el mismo eje que dando acceso a la parte superior de la sala principal.
En la plaza de Mossen Sorell, justo donde actualmente se encuentra el mercado, existió un palacio que perteneció al influyente linaje valenciano de los Sorell. Construido a mediados del S. XV en estilo gótico fue uno de los palacios más bellos de nuestra ciudad. En el S. XIX sufrió un pavoroso incendio que lo sumió en la ruina. Cuando finalmente fue derribado solo algunos de sus elementos arquitectónicos se salvaron. Entre ellos tres portadas flamígeras (La principal, la de la capilla y la de la Sala Noble) que fueron a parar, respectivamente, a destinos tan dispares como la Galería Parmeggiani de Regio Emilia en Italia, el Museo del Louvre en París y el Museo de Cerámica de Manises.
Se suele considerar dentro del ámbito de las ciencias paranormales que el primer ¨poltergeist” documentado en España tuvo lugar en Valencia.
Sucedió en 1915. En un edificio de la plaza del Esparto comenzaron a ocurrir sucesos inexplicables como extraños ruidos que llenaron de pánico durante meses a los vecinos del inmueble. La prensa, tanto local como nacional, dio cumplida información de los supuestos fenómenos paranormales provocando que una multitud de personas se agolpara en la plaza con la intención de escuchar o ver al “Duende de Esparto”, que es como se bautizó a la maligna entidad que provocaba los sonidos misteriosos.
Tal fue la expectación creada, que por primera vez en la historia de España se mandó registrar una casa “encantada” por orden judicial. Casi medio centenar de policías se encargaron de inspeccionar exhaustivamente la finca sin resultados concluyentes.
Hasta que un día, de repente, los ruidos cesaron. Pero aun hoy en día hay quien al pasar frente al edificio acerca el oído por si acaso escucha al Duende de Esparto.
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