Papá Noel o Santa Claus son algunos de los nombres por los cuales se conoce en distintos lugares del mundo a San Nicolás de Bari. En Valencia tenemos una popular iglesia dedicada a este santo, situada en la calle Caballeros.
Sus bóvedas góticas están totalmente recubiertas con pinturas al fresco diseñadas por Palomino (autor también de los frescos de la Basílica de la Virgen de los Desamparados y los de los Santos Juanes) en el S. XVII. Estas pinturas representan episodios de la vida y milagros de San Nicolás/Papá Noel y del otro titular de la parroquia, San Pedro Mártir.
El Monasterio de la Trinidad es otra de esas joyas prácticamente desconocidas de nuestra ciudad. Su condición de monasterio de clausura ha limitado su acceso (a excepción de la iglesia) durante sus más de 500 años de existencia hasta hoy que por fin puede ser visitado por el público. Situado en la esquina de las calles Trinidad y Alboraya, es el más antiguo recinto monacal de Valencia en conservar su uso original.
Sin duda uno sus elementos más destacados es el bello claustro gótico, aunque no hay que perderse otros como la curiosísima entrada a la cocina o el sarcófago de piedra que acoge los restos de la Reina María de Castilla, esposa de Alfonso el Magnánimo.
Que nadie busque en el callejero de Valencia la Plaza de la Constitución, porque no la encontrará. El último vestigio que queda es una placa situada en la fachada de la Iglesia de Santa María del Mar recayente a la Avenida del Puerto. Antiguamente la iglesia no estaba alineada con la avenida sino que delante de ella había una manzana de edificios con los cuales formaba la plaza. Esta recibió su nombre como celebración por la primera Constitución promulgada en 1812.
La placa actual es de finales S. XIX y sustituye a la original, destruida a raíz de unos incidentes acaecidos durante la visita del rey Fernando VII al Grao de Valencia.
El Convento de Santo Domingo es uno de los edificios más antiguos de Valencia y uno de los primeros en ser declarados como Monumento Histórico-Artístico. Una autentica joya arquitectónica, que sin embargo, pasa desapercibida para mucha gente de nuestra ciudad. Es posible que ello se deba a que el uso castrense de sus instalaciones (es la sede de Capitanía General) haya supuesto durante mucho tiempo una limitación para su visita por parte de la población civil.
Muchos son los elementos en el convento dignos de ser destacados, como es el caso del Aula Capitular, un recinto gótico del S. XIV que utilizaban los monjes para reuniones y actos importantes. Esta estancia de gran belleza también es conocida como Salón de las Palmeras por la configuración de sus esbeltas columnas, que recuerdan poderosamente a las de la Lonja.
La estación del Grao está considerada como la más antigua que se conserva en España. Se inauguró en 1852, como parte de la línea Valencia-Grao, el tercer ferrocarril en entrar en servicio en nuestro país. Estuvo en funcionamiento hasta 2004.
Se cuenta que las pruebas previas a la inauguración se hicieron con una locomotora apodada ‘La Valenciana’ que era capaz de alcanzar los 75 Km/h causando el pánico a los labradores que faenaban cerca de la vía.
El Asilo de Lactancia, ubicado en la calle Amadeo de Saboya, es uno de los pocos edificios que se conservan de la mítica Exposición Regional Valenciana de 1909. El edificio se destinó a guardería de los hijos de las trabajadoras de la Tabacalera, situada justo enfrente. En la actualidad, aprovechando un cercano manantial de aguas termales que aflora a más de 600 metros de profundidad, se ha convertido en un spa urbano (el Balneario de la Alameda). Recuperándose así la función de centro termal que durante décadas ejerció el vecino edificio que ahora alberga el Hotel Westin.
Durante este fin de semana se celebra en Valencia una muy interesante iniciativa llamada Ciutat Vella Oberta, un festival artístico multidisciplinar con diversos espacios expositivos, talleres y actividades culturales. Esto ha permitido transformar el solar que existe entre las calles Alta y San Miguel en un jardín con música chill-out que funciona como un inusual y fascinante lugar de descanso.
Enfrente del Cementerio General, existe otro camposanto mucho más pequeño conocido como el Cementerio Inglés. Se construyó durante el S. XIX para dar sepultura a los súbditos ingleses de religión protestante que habían llegado a Valencia durante la Revolución Industrial (De hecho, el cementerio pertenece a la Corona Inglesa). Durante mucho tiempo se utilizó además para enterrar a todos aquellos que no profesaban la religión católica y por lo tanto sus restos no podían descansar en el General, contabilizándose más de una veintena de nacionalidades distintas y varias religiones.
PARECIDOS RAZONABLES (II): TORRES DE QUART/CASTEL NUOVO DE NAPOLES
Al igual que las Torres de Serranos, las de Quart también se construyeron teniendo en cuenta un modelo existente. En este caso, los maestros Baldomar y Compte a mediados del S. XV imitaron el Arco del Triunfo del Castel Nuovo de Nápoles en Italia.
El nombre de la Puerta de Quart hace referencia al camino de Castilla que pasaba por la población de Quart de Poblet, aunque durante mucho tiempo se le llamó Puerta de la Cal, por ser lugar obligado de paso para los carros que transportaban este producto.
Las Torres de Serranos fueron construidas en el S. XIV como puerta de la muralla cristiana por la cual accedían a la ciudad los habitantes de la Serranía (De ahí su nombre). Pere Balaguer, su arquitecto, se inspiró en la Puerta Real del Monasterio de Poblet en Tarragona a la hora de construirlas, pero dotándolas de mayor tamaño, ornamentación y esbeltez.
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