Deambular por las calles del barrio del Carmen sin rumbo fijo siempre tiene sus alicientes y es fácil que nos encontremos con detalles curiosos que despierten nuestra curiosidad. Como por ejemplo, el rótulo de la Plaza de Valdigna, labrado en el año 1799 en el sillar de piedra de una esquina de la misma.
Pero esta plaza ya no existe como tal, actualmente se trata de un agradable rincón de la calle Landerer. Su antiguo nombre se debe a que aquí se encontraba la Casa Procura de Santa María de la Valldigna, que ejercía de sede administrativa en la ciudad del importante monasterio cisterciense. Además de la calle y plaza, también recibiría dicho nombre el cercano portal que se encuentra en la confluencia de la mencionada calle Landerer con la de Portal de Valldigna.