Nada resulta tan anodino como una de esas estaciones de servicio modernas. Pero en Valencia todavía se conservan algunas de aquellas gasolineras antiguas como la de la Cruz Cubierta o la de Pinedo que aún mantienen su encanto pretérito.
La de Pinedo, concretamente, data de finales de los años 40 o principios de los 50 y está construida en un estilo que remite al eclecticismo historicista. Se trata de un edificio de planta cuadrada de una sola altura sobre el que se eleva un bonito miramar rematado por un templete con cubierta de teja árabe a cuatro aguas flanqueado en sus esquinas por columnas jónicas y pináculos con forma de bola.
La fachada se adorna con paneles cerámicos con motivos regionales, dedicados a la figura de San Vicente Ferrer o que muestran el nombre de la estación de servicio.