En límite de Valencia con Mislata, junto al Puente Nueve de Octubre existe un antiguo banco de piedra del S. XVII. Fue mandado construir por la “Junta de murs i valls”, entidad que se ocupaba del mantenimiento de las obras públicas de la ciudad.
Además de proporcionar descanso al caminante, este banco tenía otra función fundamental: Señalizaba la bifurcación del camino que venía de Castilla en dos direcciones. La de la izquierda llevaba a la Puerta de Serranos siguiendo el pretil del rio. La de la derecha, por su parte, indicaba el trayecto hacia la Puerta de Quart.
Todavía hoy es posible distinguir ambas inscripciones en los laterales de esta curiosa señal de tráfico antigua.